La semana pasada, el actual presidente de los Estados Unidos de Norteamérica se presentó en uno de los programas de mayor popularidad de la televisión de dicho país, el programa Tonight Show conducido por Jay Leno.
Al ser la primera ocasión que un presidente norteamericano se presenta en un show de media noche, es importante considerar lo siguiente. A pesar de que dicho acto no se verá en los libros de historia, ha generado bastante controversia, llevando a la opinión pública a cuestionarse sobre la autenticidad de un evento como este. Hasta la fecha nadie ha juzgado la tremenda popularidad de Barack Obama, ni del hecho de que sea la persona más seguida por Twitter o Youtube , o que la ceremonia de toma de posesión haya batido record en audiencia en línea, todas esas acciones han resultado favorables para el mandatario y en gran medida ayudaron a su triunfo ante su rival republicano, en las pasadas elecciones. A pesar de lo plausible de dichas estrategias la presentación en el programa de Jay Leno es un acto extremista, pues demerita la imagen del presidente de una nación que se encuentra en una situación crítica e inestable, ya que al parecer el señor Obama se ha tomado más en serio su papel como figura pública que como el líder de la mayor potencia del mundo.
Lo único que me queda por decir, es que el presidente Obama tiene que comenzar a ver la situación real de su nación, pues la contienda electoral terminó ya hace varios meses, de lo contrario se hará acreedor a una reputación de líder popular más que administrador y guardián de los intereses de una nación que aclama acciones, más que figuras.
